7.5.09

DE COLIBRÍES Y POESÍA

El texto que hoy hemos leído en clase es muy especial para nosotros por varias razones.
Ha sido una cosecha mañanera y en él Pedro Villar maestro y poeta, expone con preciosas palabras sus recuerdos de las actividades de lectura realizadas en ciudad de México así como su visión de lo que ese país significó para la poesía española como casa y refugio de nuestro poetas del exilio.
Nos ha llegado casi como una postal desde allá en el vuelo rápido de esas aves que sólo recogen lo más dulce de las flores.
Os invitamos a leerlo en el blog de María Gª Esperón, nuestra cómplice en tierras aztecas. http://mariagarciaesperon.blogspot.com/
Os animamos también a reflexionar sobre él y a compartir vuestra solidaridad con el pueblo de México en la página que la Casa de América, por unos días Casa de México, ha preparado en la siguiente dirección comentarios@casamerica.es'
Nosotros también participamos con las sencillas palabras de Para unos días México que ya habéis leído. Allí os esperamos.

1 comentario:

María García Esperón dijo...

El colibrí de Pedro Villar es real. No dejó de acompañarlo en su estancia en la ciudad de México.
Para los aztecas, era un ave sagrada. Todas las aves eran sagradas, pero el colibrí era el símbolo del sol y estaba en el nombre de la deidad principal: Huitilopochtli, el colibrí de la izquierda.
En el antiguo idioma azteca, el náhuatl -que es hablado actualmente por muchos grupos indígenas que conservan esta gran riqueza- colibrí se decía HUITZITZILIN. Es onomatopéyica la palabra, remite al zumbido que hace el colibrí al volar...
¿Quién de ustedes podría pronunciarla primero?

Reciban un saludo desde estas agradecidas tierras aztecas...