18.5.09

PRIMAVERA ROTA

Levantarse un lunes y escuchar que nos queda un poeta menos, es la resta del día de hoy, la operación con la que ya, el poeta Benedetti, mucho antes nos recordaba que todo será olvido.
Lunes de primavera con un poeta menos, con un testigo de la vida dejando de vivirla, esquina silenciosa de las calles de este mundo plural que lo acogieron.
Por Serrat, que nos cantó sus poemas y por otros que nos los dieron a conocer, por sus poemas de amor modernos, sencillos y comprensibles, amamos a Mario como al pan de la poesía diaria.
Mario, la poesía del metro, de la calle, del banco del parque y del socorro, de la resistencia, del exilio comprometido. Benedetti, la bendición de la palabra amiga, el rastro de la vida en cada verso.
La primavera ha perdido hoy una voz para ganar una flor eterna en sus misterios. Se ha roto, sin quererlo, hoy una esquina para que en ella brote de nuevo la flor en poesía
Pongo estos versos para ver si mis chicos son de los afortunados que encuentran, algún día, su mensaje.
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
"Botella al Mar", de Mario Benedetti


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez que muere un poeta, pierde una hoja el enorme árbol de la poesía; si el fallecido es Mario Benedetti (y ya lo dices todo tú, Rosa, en la entrada) se va una persona de hondo compromiso con el mundo que le rodeaba; una persona de especial sensibilidad. Yo también estoy triste. Aunque sé que podré leer su obra tantas veces como quiera, cuando se mueren las buenas personas uno no puede dejar de pensar en la cantidad de "bestias" que gozan de buena salud y que hoy mismo están casuando daños tremendos e irreparables a sus semejantes.
Os dejo un poema de Mario:

Estados de ánimo
A veces me siento
como un águila en el aire.
-Pablo Milanés
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.


Mariano Coronas

ASUNCION dijo...

Yo he destapado la botella, aunque ya no soy niña, y no hay playa junto a mis pies he encontrado en ella todo eso que dice Mario Benedetti y...... las caricias en el alma de unas palabras amigas que desde la distancia se escribieron pensando en la, a veces escondida, adormecida, HUMANIDAD.
Desde aquí le mando un cálido abrazo de papel, para él, para que le llegue volando en la brisa del viento allí dónde esté.